Catedrático de Periodismo en la UC3M

Sobre mí

Para los defensores de los datos: soy catedrático desde 2010 y tengo 5 sexenios -de los cuales, 4 son de investigación y activo y 1 de transferencia-. En cambio, para los que creemos que las personas somos relato, y jamás rankings, os diré que soy catedrático de Periodismo, una disciplina por la que siento fascinación como campo de investigación y respeto reverencial como profesión. A continuación, te cuento mi historia:

Soy una persona con cultura de ciencias y letras, que investigo la relación de ambas con la opinión pública desde la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación, pero con métodos de las ciencias sociales. No es que crea en la interdisciplinariedad, es que soy una prueba de ello y la defiendo con conocimiento de causa. Ya desde joven me costó decidirme -ciencia o letras-: y por eso tengo una licenciatura en Químicas (especialidad Cuántica e Inorgánica) y otra en Ciencias de la Información (especialidad Periodismo), ambas en la Universidad de La Laguna, donde también me doctoré con Premio Extraordinario en Ciencias Sociales y Jurídicas. Aunque gané una FPU, la abandoné pronto por un contrato.

No es que crea en la interdisciplinariedad, es que soy una prueba de ello y la defiendo con conocimiento de causa

¿Por qué tengo perfil de las cuatro Facultades de la UC3M?

Llevo en la Carlos III unos 20 años. Pertenezco al área de Periodismo del Departamento de Comunicación, que es un área de Ciencias Sociales según la ANECA y en esa cultura investigamos y nos evalúan (de hecho, llevo 4 años como vocal en la comisión de Ciencias Sociales de titularidades y cátedras de ANECA). Pero, afortunadamente, el rector fundador de la UC3M tuvo una gran visión: en esta universidad nos adscribimos a la Facultad de Humanidades (más tarde también de Comunicación y Documentación), de lo cual estoy muy orgulloso.

El periodismo bebe de la sociología y la psicología social; pero, sobre todo, de las humanidades: desde la filosofía -nuestro edificio se llama Ortega y Gasset, eminente filósofo, pero también periodista-, la historia y, por supuesto, de la literatura. Desde el siglo XIX, la mayoría de los grandes escritores de lenguas occidentales proceden del periodismo. En español, desde Galdós a Larra, desde Delibes a Cela, desde García Márquez a Vargas Llosa. Por el área de Humanidades recibí el premio ‘Joven Investigador’ del Consejo Social en 2012.

Aunque soy del campus de Getafe, una parte de mi investigación tiene que ver con los intereses del de Leganés: desde cómo incrementar las vocaciones STEM hasta cómo se está propagando el pensamiento místico y anticientífico entre las comunidades universitarias occidentales. Desde la relación entre políticas públicas, ciencia, tecnología y cultura mediática hasta cómo la tecnología transforma la información periodística y, especialmente, la transmisión de rumores y fake news en entornos digitales.

También publico sobre la relación de los medios con las ciencias de la salud: la percepción de los antibióticos, los antivacunas o el Covid-19, con lo que me hace sensible a los nuevos estudios y facultad de biomédicas que se van a implantar en nuestra universidad. Dirijo el Máster de Comunicación Corporativa e Institucional de la UC3M en Puerta de Toledo, por lo que tengo también contacto con ese campus. Creo que esto me hace ser muy flexible para entender todos los puntos de vista y preferir el consenso y la participación a la imposición.

¿Quieres saber más de mí?

He trabajado -de prácticas- en una refinería de petróleo, de profesor de Física y Química de Secundaria (con oposiciones y en excedencia), y también como químico: he sintetizado 6 nuevas moléculas que explican fenómenos cuánticos. Mi primer paper entra en el campo de la ciencia de materiales y aborda la síntesis y caracterización de dos nuevas moléculas para estudiar un extraño fenómeno cuántico: el efecto Jahn-Teller -una rotura de simetría en sistemas moleculares no lineales-. 

Dejé el laboratorio, porque donde fui realmente feliz fue ejerciendo el periodismo, en la Agencia Efe (en plantilla y en la sección de política y local) o en el diario El Mundo (responsable de ciencia en la sección de sociedad). Soy de los pocos de mi generación cuyos reportajes y crónicas periodísticas han merecido ser publicadas también como libro en “La ciencia a través del periodismo”. Me cuesta pensar que haya una profesión tan maravillosa como el periodismo.

Aún recuerdo ruedas de prensa en el Congreso, donde poníamos en aprietos a todo un presidente de Gobierno, pero también narrar el rugido de los motores de un cohete despegando de la selva de la Guayana Francesa o entrevistar a un premio Nobel. Muchos nos llaman contrapoder y otros, simplemente, limpiacristales: limpiamos la basura con la que el poder -ya sea en el gobierno o en un rectorado- oculta su actividad para que no haya transparencia. No obstante, también damos voz a los débiles, a los desahuciados -desde migrantes a perdedores del sistema- quienes, sin los periodistas, no tendrían la mínima oportunidad.

Por ello, sigo colaborando habitualmente en medios de comunicación, porque creo que un profesor de Periodismo no puede perder el nervio narrativo y, de vez en cuando, también escribo ensayo divulgativo -lo que en EEUU se denomina non fiction creative writing– que no sirve para la academia española, pero sí para llegar a grandes audiencias y generar murmullo mediático y, por tanto, público. 

Mi último ensayo es en inglés: Science on the Ropes: Decline of Scientific Culture in the Era of Fake News (Springer, 2019). No me sirvió para el sexenio, pero no por eso dejaré de escribir este tipo libros. O también manuales profesionales como el de Fundamentos de Periodismo Científico (Alianza Editorial 2008, 2015) o Big Data y Periodismo (Síntesis, 2015). Creo que los papers son muy relevantes, pero no puede ser la actividad única y menos de un periodista. 

Mi línea de investigación tiene que ver con mi formación postdoctoral: me especialicé en las relaciones entre la ciencia y la tecnología con la esfera pública en London School of Economics (un año como visiting fellow en Psicología Social y con financiación competitiva) y en la Universidad de Harvard (otro año como visiting scholar, en el Departamento de Historia de la Ciencia, dentro del programa competitivo de Harvard para profesores visitantes).   

He investigado desde cómo los medios influyen en la falta de vocaciones STEM hasta los fundamentos del periodismo como disciplina de búsqueda de la verdad y como herramienta contra las fake news. Desde la telebasura hasta cómo la ingeniería informática y telemática ha cambiado nuestra política y nuestra sociedad. 

Puedes ver todas mis publicaciones, pinchando en este enlace.

Fui de los primeros profesores con doctorado que se incorporaron a la UC3M cuando se iniciaron los estudios de Periodismo. Aún no existía el departamento como tal, y nos integrábamos en el Departamento de Humanidades: fue, aquella, una gran época. Guardo una imagen imborrable: el rector fundador, Gregorio Peces-Barba, iba a desayunar y media universidad iba tras él. Y todo el día te lo encontrabas por el campus.

Yo venía del periodismo activo (y lo simultaneé un tiempo con la universidad) pero los estudiantes de la UC3M me cautivaron y me consolidé como profesor impartiendo muchísimas materias diferentes, como corresponde a una titulación que nacía sin especialistas: Estructura de la información, Periodismo especializado, Periodismo local, Periodismo científico, Oratoria y medios de comunicación, La noticia periodística, entre otras muchas.

Trabajamos muy duro para poner en marcha la titulación de Periodismo. Cuando me presenté a la acreditación a cátedra, ni siquiera teníamos estudios de doctorado. Fui el primer Profesor Titular y el primer Catedrático del Departamento de Comunicación que no venía en comisión de servicios de otra universidad. Ha sido un camino complicado en una universidad que nunca nos ha tenido muy en cuenta.

Me encanta dar clase, disfruto enormemente en el aula y creo que los estudiantes también. No sólo lo sé por el resultado de las encuestas, sino por algo más importante: la cantidad de exalumnos y exalumnas con los que aún mantengo contacto. Hay dos momentos que me han marcado como profesor y como persona: cuando fui director de la Residencia Fernando de los Ríos (por convocatoria pública del puesto) y cuando impulsé el club de debate de la UC3M y, antes, lideré un pequeño grupo de la UC3M con el que íbamos por las diferentes universidades de España ganando competiciones hasta que, finalmente, fuimos campeones nacionales. 

Ahí entendí que si le das un poco de cariño a nuestro alumnado es imbatible. Me queda una gran pena como profesor de Periodismo: no haber tenido apoyo de los decanatos ni del rectorado para fundar un medio de comunicación propio como tienen desde Harvard a la Complutense. Tendremos que seguir luchándolo.